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Oficinas en consciencia plena

Mientras la neurociencia demuestra los efectos del mindfulness para reducir el estrés, aumentar la concentración y mejorar el bienestar general, cada vez más empresas promueven esta práctica entre sus empleados para así aumentar la productividad. Sin embargo, algunos critican la verdadera industria que se ha creado en torno a ella.

18 octubre 2023

Desde hace algunos años, grandes compañías como Shell, Intel, General Electric, Apple, Nike, eBay, Ford Motor y American Express ofrecen a sus equipos talleres y conferencias sobre mindfulness con instructores zen; suscripciones a apps como Calm Business, utilizada por 20 millones de empleados en más de 3 mil organizaciones; cursos de yoga; y «salas de atención plena» disponibles durante toda la jornada laboral. Incluso Aetna, una de las mayores compañías de seguros de Estados Unidos, entrega a sus empleados un reembolso de hasta 300 dólares al año por asistir a clases de esta práctica que derivó del budismo.

Google fue uno de los pioneros en introducir la “conciencia plena en el aquí y el ahora” en las oficinas. Laszlo Bock, ex senior VP de RRHH del gigante tecnológico, cuenta en su libro “La nueva fórmula del trabajo”, que tras frustrarse al ver que las reuniones de su equipo eran poco productivas, dispersas, demasiado largas y que las decisiones que se tomaban no tenían la implementación adecuada, propuso probar la meditación con sus trabajadores. Organizó tres sesiones que consistían en escuchar la respiración, observar los pensamientos y prestar atención a las emociones y al cuerpo. Según Bock, tras el experimento vio que sus colaboradores estaban satisfechos con los efectos de estos ejercicios y que “el ambiente parecía más amable y que era más fácil llegar a acuerdos. En las siguientes semanas las reuniones resultaron más eficientes y cortas”.

Desde entonces, esto se ha extendido a todo Google y se creo un programa mundial externo a la compañía llamado SIYLY, Search Inside Yourself Leadership Institute, con gran éxito más allá del mundo empresarial.

Según un artículo del medio Vox, “entre el 25 y el 50% de las multinacionales con más de 500 trabajadores incluyen el mindfulness en su estrategia de recursos humanos, especialmente las empresas dedicadas a los servicios, porque resulta en un trato más amable y eficiente a los clientes”.

El investigador de la Universidad de Westminster Hassan Amar midió a un grupo de gerentes ingleses de alto nivel antes y después de haber asistido a un programa de meditación de 12 semanas. Los resultados demostraron que esta práctica los ayudó a ser más conscientes, más inteligentes emocionalmente, más hábiles para relacionarse con sus subordinados, y más inspiradores. “El mindfulness impulsa la comunicación y la empatía y da fluidez a la creatividad y a la innovación. No reduce la carga laboral pero ayuda a gestionar nuestra atención y a responder de forma más funcional, despierta y adaptada a cada situación”, afirma el académico.

Otros estudios han establecido que la meditación aumenta el bienestar de los empleados de todos los niveles porque les permite entender sus emociones, resolver de manera más efectiva los conflictos y optimizar las relaciones con sus compañeros de trabajo.

La suma de estos beneficios, aseguran los expertos, aumenta la productividad y la eficiencia, y reduce el ausentismo por enfermedad.

“El estrés se considera el mal del siglo XXI. Afecta a casi el 25% de los trabajadores y genera ansiedad y depresión. El mindfulness, tal como el ejercicio físico y una dieta sana, fortalece la salud general de quienes lo practican con constancia”, asegura Javier García Campayo, psiquiatra del Hospital Universitario Miguel Servet.

Salvador Ibáñez, country manager de Top Employers Institute, organización dedicada a “promover las mejores practicas en los lugares de trabajo” y que ofrece programas de mindfulness para empresas, afirma que “al implantarla, las compañías logran que sus empleados entrenen su capacidad de concentración, tomen mejores decisiones y desarrollen una empatía inteligente. Con una pequeña inversión, los trabajadores sienten que pertenecen a una organización que piensa en ellos y para la cual son importantes”.

Por su parte Adecco, la principal organización de recursos humanos del mundo, recientemente publicó un estudio que afirma que el 65% de los trabajadores que habían sido capacitados en mindfulness tenía una mayor sensación de calma y relax al trabajar. Además, hubo una reducción del 78% en los días de baja por ansiedad, estrés y depresión y un aumento de la productividad en torno al 20%.

McMindfulness

Sin embargo, para muchos el lugar menos indicado para encontrar la paz mental es el trabajo, ya que son justamente las exigencias de un ambiente laboral cada vez más exigente y competitivo las que dañan la salud psicológica.

El psicoterapeuta Miles Neale es un activo crítico del uso de la meditación como una herramienta de management y acuñó el término McMindfulness. Este concepto rápidamente se convirtió en la palabra de moda para criticar “el entrenamiento de atención plena en estilo comida rápida -Mc Donalds- que las empresas utilizan como una respuesta supuestamente infalible para combatir el estrés”. Según Neale, los departamentos de marketing y el afán de lucro han fomentado el lado más superficial de la meditación.

Ronald Purser, profesor de administración y maestro zen, llama al McMindfulness “la nueva espiritualidad capitalista”. Purser critica que su incorporación a las compañías no sólo ha creado una industria de más de 300 millones de dólares, sino que va en contra de los fundamentos del budismo y que ha convertido a la meditación “en un lubricante para el capitalismo”.

Los defensores de esta práctica afirman que para que tenga un impacto real y permanente en el bienestar y salud mental de los trabajadores, y sea más que una moda pasajera, debe ir adaptándose a la realidad de cada lugar de trabajo. El camino, dicen los expertos en management, debe ser similar al seguido por la Responsabilidad Social Empresarial. Cuando surgió a principios de los 2000s, la RSE generaba suspicacia y era vista como una “herramienta de marketing”; hoy esta manera de relacionarse de las empresas con sus entornos ha evolucionado y ya es parte esencial del éxito de cualquier compañía.