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Qué se juega en el plebiscito de Chile

Hace pocos días, Azerta Perú organizó un webinar para sus clientes con dos reconocidos analistas políticos chilenos para revisar los escenarios que se juegan en la votación del plebiscito de salida de este domingo. El cientista político Cristóbal Bellolio y el Director de Estudios Políticos y Sociales de Azerta, Camilo Feres, conversaron acerca de los procesos que decantaron en este histórico momento y lo que viene a partir del día después.

1 septiembre 2022

Si bien el 4 de septiembre es la fecha que se resolverá si la mayoría Aprueba o Rechaza el borrador del texto constitucional propuesto por la Convención  Constituyente, sin duda que lo más relevante vendrá a continuación, cuando las alianzas y las fuerzas políticas se reordenen en función del resultado y el porcentaje que obtenga cada opción. Así como también respecto de los liderazgos que emerjan detrás de la bandera que ese día se enarbole triunfante.

Dada la importancia de esta elección y la relación empresarial que existe entre ambos países, Azerta Perú invitó a dos destacados analistas políticos chilenos -Cristóbal Bellolio y Camilo Feres-, para que lideraran un webinar sobre este trascendental proceso.

Mientras que Feres, reconocido columnista y Director de Estudios Políticos de Azerta Chile, hizo un profundo análisis histórico del por qué estamos enfrentando este momento y en qué pie nos encontramos. Durante la exposición, la tesis “Del penal sin arquero” a “lo damos vuelta” de Bellolio, abogado y Licenciado en Ciencias Políticas de la Universidad Católica, Ph.D en Filosofía Política de la University College London, desmenuzó lo que a su juicio había pasado con el proceso constituyente. Según el analista, dentro de las situaciones que ocurrieron  se mezclaron una serie de factores, entre ellos la sospecha hacia la élite y el empresariado, más otras cosas que llevaron a que en octubre de 2020, ‘una abrumadora mayoría de la ciudadanía decidiera embarcarse en un proceso constituyente para reemplazar la Constitución de 1980 como viga maestra del andamiaje político institucional chileno’. Y es que literalmente, el triunfo del Apruebo en el plebiscito de entrada fue de tal magnitud, casi un 80% de apoyo, que muchos pensaron que la aprobación final del texto ofrecido por la Convención Constitucional convocada sería, simplemente, un trámite. Sin embargo, desde hace varios meses, las encuestas anticipan, con mayor o menor margen, un triunfo de la opción Rechazo. ‘Y aquí nos encontramos, a días del plebiscito de salida, con el gobierno de Gabriel Boric desplegado frenéticamente para dar vuelta un insólito marcador en contra’, aseguró Bellolio durante el webinar. La gran pregunta es ¿qué sucedió?, ¿cómo pasamos del ‘penal sin arquero’, al coloquial “lo damos vuelta”? Para ello, Bellolio tiene cinco hipótesis que pasamos a revisar a continuación.

  1. Cambio en el clima político: si en un primer momento el termómetro se inclinaba hacia el proceso constituyente como la canalización institucional del estallido social, ‘donde la izquierda sostuvo que la única manera de satisfacer estas demandas era a través de cambios sustantivos al modelo político y económico consagrado en la “Constitución de Pinochet”, que ninguna de las sucesivas reformas pudo alterar en su esencia’, según Bellolio, había esperanza de que los convencionales representaran intereses transversales. Pero a mediados de 2021 -a pocos meses de la  elección de la Asamblea- las declaraciones de la mayoría de este grupo terminaron por cansar a los chilenos, quienes sintieron demasiada incertidumbre refundacional. Este nuevo clima, sentenció el sociólogo Alfredo Joignant, “extinguió el hechizo del estallido social”, citó Bellolio durante el webinar.
  2. La caída reputacional de la Convención Constituyente: si en un primer momento la Convención se convirtió en símbolo de restauración democrática, “la diversidad política y cultural también tuvo una expresión estética y performática: desde vestimentas tradicionales de los pueblos originarios a disfraces del estallido social, discursos con guitarra, sufragios desde la ducha y referencias a la era de Acuario, que provocó resistencia en los sectores más formales. La Convención pasó a ser, para muchos, ‘un circo’”, aseguró Bellolio. El episodio de Rojas Vade, el convencional que mintió sobre su padecimiento de cáncer y su obligada renuncia terminó por desgastar el factor reputacional.
  3. Las dos almas del Apruebo (de entrada): esa hipótesis -rememoró el analista político- obliga a analizar quiénes componen ese 80% que votó a favor de un cambio de Constitución. “Aquí podemos distinguir dos almas, relativamente equivalentes en tamaño, en el amplio Apruebo de entrada. Por un lado, el Apruebo Sustantivo (AS), por el otro, el Apruebo Procedimental (AP)”. El AP buscaba la esperanza de que el contenido de esa norma tuviese mayor continuidad con la noción de una democracia liberal, representativa y capitalista, como la que actualmente tenemos, pero era totalmente distante de modelos como los que se han adoptado en la región, a propósito de la influencia del nuevo constitucionalismo latinoamericano. “Según esta hipótesis, una mayoría del AP (aunque no todos) se movió hacia el Rechazo de salida. Si a este voluminoso grupo — que podría representar cerca de un 25% de los electores—, le agregamos los 22 puntos del Rechazo de entrada, nos acercamos al 50%”, aseguró Bellolio.
  4. El énfasis identitario: con el tiempo ha quedado demostrado que la Convención no era el mejor lugar para promover posiciones de vanguardia, al menos respecto de aquellos temas que no habían sido suficientemente socializados en la opinión pública, como los “sistemas paralelos de justicia”. Muchas de estas disposiciones identitarias, que se traducen típicamente en derechos especiales y acciones afirmativas, en pos de una mayor “igualdad sustantiva”, generaron un cierto resentimiento en el resto de la población que no comparte esos rasgos, afirmó el analista.
  5. Referéndum sobre Boric: el Rechazo empezó a convertirse en una alternativa seria a principios de abril de 2022, pocas semanas después de la entrada de Boric a La Moneda. “Aunque no haya sido la intención de nadie, el plebiscito del 4 de septiembre se comenzó a parecer cada vez más a un referéndum sobre Boric”, opinó Bellolio. En resumen: si el Apruebo quiere ganar, los números del gobierno deben mejorar. Algo que La Moneda entendió hace poco, lo que explica su intenso despliegue, “donde la línea entre informar y promover una opción de cara al plebiscito es siempre delgada y controvertida”, remató. 

El ciclo de una crisis: Camilo Feres, en tanto, hizo una pequeña

revisión histórica de cuáles fueron los elementos más significativos que llevaron a Chile hacia el trance actual. “Sobre las crisis se usa mucho esta figura de la pila de arena para explicar que hay un minuto en que se van acumulando, acumulando y acumulando granos de arena, hasta que hay uno que termina desestabilizando toda la pila y por lo tanto, todo este orden se desarma. Pero no es ese último grano el que explica la crisis, sino que toda la acumulación”, aseguró el Director de Azerta.

Cabe recordar, que durante todos los ’90 y parte de los ‘2000, Chile tenía un marco de acuerdo dentro del cual se realizaba la política. “Si uno hace la revisión ahora con el diario del lunes, como se dice en Chile, se va a dar cuenta de todos los elementos que fueron entrando en escena fundamentalmente desde el año 2006”. En un inicio el movimiento que irrumpió entre el 2006 y el 2011 tenía un conjunto de demandas relacionadas con mejoras en la educación, pero después éstas se fueron politizando cada vez más y poniendo en jaque la estructura misma de los consensos políticos de la época. “Durante ese período se fueron acumulando una serie de otras demandas que tuvieron distintas manifestaciones, algunas que eran muy masivas, otras muy festivas y otras muy violentas. Otro de los movimientos que está allí, que es bastante importante, y que se va acumulando en el tiempo, es el movimiento feminista. Pero durante todo esta época nos acostumbramos a ver un conjunto de movimientos y de protesta que de a poco se fueron articulando en una especie de mantra común que era el “No +”. “No +AFP, “No +Muertes”, “No +Violencia de género”. Y así sucesivamente. Además, la mayor parte de la acción política estaba ocurriendo ya no en las instituciones, sino en la calle”, explicó Feres.

Según el analista llegamos de esta manera, por distintas vías, al punto donde todas estas demandas parecieron confluir, en un mismo momento, en un mismo lugar, en el espacio y en el tiempo. Y fue lo que se conoció como el estallido social del 18 de octubre”. Este es el momento de ruptura, asegura, mientras explica que hoy estamos en el proceso de reorganización de la crisis, donde el plebiscito que tenemos a la vuelta de la esquina, es una parte muy medular e importante de este ciclo de reorganización o de procesamiento político de la crisis en Chile.

Lo que viene el 5 de septiembre: “Hoy, todas las encuestas que conocemos dan como ganador al Rechazo, aunque dicen que el gobierno tiene una en privado que muestra que gana el Apruebo. Todo puede ser. Hemos visto elecciones que en el último momento se dan vuelta. Va a depender mucho de cuánta gente joven vote y de los centros urbanos en todo Santiago”, aseguró Bellolio. El analista piensa que si llega a ganar el Apruebo sería épico y quien se fortalecería es el ala izquierda, porque ganaría la tesis de la Convención y principalmente la del Partido Comunista. También si esto ocurre se fortalecería la derecha más dura, la de José Antonio Kast, ‘quien va a tener los próximos tres años para echarle la culpa de cualquier cosa mala que pasa en el país, a la nueva Constitución’. Si gana el Rechazo, la prioridad -según Bellolio- es hacer que se potencien aquellos grupos más moderados del gobierno, el del socialismo democrático y la Nueva Mayoría. “Ese mundo debiese cobrarle a los grupos más radicales lo que hizo en la Convención y debiese entrar con más poder al gobierno, a través de un cambio de gabinete que incluya a figuras de la Concertación más tradicionales que vengan a hacerse cargo de este desaguisado. También podría eventualmente fortalecer a la centroderecha más liberal, aunque eso estaría por verse”.

Camilo Feres agregó que esta elección tiene una particularidad y es que ‘el Rechazo gana en todos los grupos socioeconómicos’, por lo tanto es una mala noticia para la lucha de clases, pero por otra parte, es muy marcadamente generacional. “El ciclo que estamos viviendo es la épica de una generación versus la épica de la generación precedente. La teoría estándar al día de hoy es que a mayor votación habrá una mayor ventaja para el Rechazo”, insiste Feres.