La tendencia por los empleos verdes está creciendo a toda velocidad en el mundo, con Estados Unidos y Europa liderando la demanda por este tipo de perfiles laborales. Coloquialmente se les conoce como ‘Green Collars’, es decir trabajadores de cuello verde. Actualmente, en Norteamérica, un científico atmosférico recibe un sueldo anual promedio de US$94.110. En palabras simples se trata de un profesional que investiga los fenómenos atmosféricos e interpreta datos meteorológicos recopilados por estaciones terrestres y aéreas, satélites y radares, que son usados en aeropuertos y agencias gubernamentales en países que tienen fenómenos muy marcados por el clima.
Debido a la transición hacia una economía verde y los compromisos adquiridos por la mayoría de los países del mundo, como el Acuerdo de París (COP21) o la Agenda 2030 de Naciones Unidas (ONU), que tiene como misión cumplir con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el mundo laboral se está transformando con el foco puesto en profesionales que van más allá de los gerentes de sostenibilidad, quienes llegaron en los primeros años de la década de los 2000, para encabezar procesos de transformación hacia los temas medio ambientales.
El último informe “Global Green Skills de LinkedIn” – publicado en 2022- asegura que hay una demanda de empleos verdes de rápido crecimiento, según lo que identificó el estudio entre los años 2016 y 2021. Las ofertas son: gerente de sostenibilidad (30%); técnico de turbinas eólicas (24%); consultor solar (23%), que evalúa la eficiencia de la energía y los proyectos solares que involucran clientes residenciales, comerciales o industriales.; ecólogos (22%); técnico de salud ambiental (20%). Las habilidades requeridas son adquiridas a través de carreras universitarias, magíster y formaciones técnicas, como la instalación de turbinas eólicas o quién se encarga de la salud ambiental. “Habrá más empleos verdes en el futuro, pero van a requerir que los trabajadores desarrollen nuevas habilidades”, aseguró Akanksha Khatri, jefa de la Agenda para la Acción sobre la Naturaleza del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) a la cadena BBC.
Por qué apostar por el mundo verde: para afrontar el cambio climático se han ampliado los perfiles laborales. Si bien, los ingenieros en medio ambiente y directores de proyectos de sostenibilidad, son perfiles altamente requeridos, también están en alza la demanda de técnicos en monitoreo de las aguas, asesores en eficiencia energética, especialistas en economía circular y un sinfín de profesiones que rebasan las ciencias duras. El campo es tan amplio que se incluyen “diseñadores de ropa con materiales reciclados, nutricionistas orgánicos, optimizadores de producción de alimentos y hasta periodistas que cubren exclusivamente el área de medio ambiente”, dice El País de Uruguay.
El sitio Best College publicó a fines de 2021, una lista de las carreras más populares relacionadas con el cambio climático y la remuneración que se paga al año por estar en el área verde, entre estas se encuentran: climatólogo (US$ 95.000), estudia los datos atmosféricos; geocientífico (US$ 92.000), que se encarga de ver la composición de los suelos y los recursos naturales; ingeniero ambiental (US$ 89.000), asesora a gobiernos y empresas privadas sobre las mejores formas de minimizar el impacto ambiental de sus proyectos. Mientras que Glassdoor, uno de los portales de empleo y reclutamiento más grandes del mundo, aparecen ofrecimientos de hasta US$140 mil al año para el cargo de Chief Sustainability Officer (CSO) en multinacionales.
Respecto a la satisfacción laboral, el Fondo Monetario Internacional (FMI) insiste en que las personas que tienen empleos más sostenibles suelen cambiar menos veces de trabajo a diferencia de los que están en el sector con emisiones regulares de CO2. “También encuentran empleo más fácilmente y tienen menos posibilidades de ser despedidos, lo que en conjunto sugiere mayor estabilidad laboral”, según un artículo del suplemento Cinco Días.
La necesidad de mentes verdes: no obstante, con el tiempo ha surgido una duda razonable: ¿tiene el mundo suficientes perfiles con las habilidades necesarias para ostentar estos nuevos cargos? Integrar la fila de empleos verdes no es sencillo. Si bien existe una gran demanda, hay muchos profesionales que están en formación, al mismo tiempo que las escuelas de negocios se han ido adaptando a estos requerimientos y han comenzado a ofrecer especializaciones en las áreas medioambientales. Ese es el caso de Esade, una de las mejores escuelas de negocios del mundo, que según el suplemento Cinco días del diario El País lanzará el Máster en Sostenibilidad. Pero el departamento de carreras profesionales también ha puesto especial atención en otras formaciones verdes que pueden aportar no sólo al planeta sino a los requerimientos actuales que piden las compañías. “Antes, la sostenibilidad se trataba desde otros departamentos de la casa, como la cadena de suministro, recursos humanos… Después, los departamentos de marketing y comunicación se especializaron en temas sociales, medioambientales y de igualdad. Ahora vamos al siguiente paso, como es crear posiciones diferenciadas específicamente para estos roles”, explica María Obiols, directora de Esade
Panorama Latinoamericano: Ana Sánchez, quien es especialista en empleos verdes para América Latina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), dice que son cuatro los países que lideran en la creación de empleos verdes. “Se trata de México con 56.000 puestos de trabajo, Ecuador con 44.000, Argentina con 15.000 y Brasil con cerca de 1.158.000 empleos verdes en varios sectores, como el de biocombustibles, energía solar, y reconversión de buses”, aseguró a BBC. La expansión de las energías renovables en el mundo y en la región es que su costo está disminuyendo. “Las tecnologías utilizadas por las energías renovables son más baratas que las que usan los combustibles fósiles”, le dice a BBC Mundo Adrien Vogt-Schilb, economista senior de la División de Cambio Climático del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este especialista asegura que la transición hacia una economía de cero emisiones netas de carbono podría crear 15 millones de nuevos empleos en América Latina para 2030.
